Mientras tanto en Nueva York, Robert Goldman fue criado en un mundo de rodeado de telas y diseño mientras paseaba por los pasillos de la fábrica de corbatas fundada por su abuelo a principios del siglo XX. Esa tercera generación de Nueva York ayudo a llevar ese primer dibujo de la reunión que se convirtió en nuestro logo a ser un ícono internacional.

Juntos; dos caballeros, dos Roberts firmaron un cheque y se dieron la mano con el compromiso de navegar siempre contra el mar de lo ordinario y nunca comprometer la calidad y la creatividad.

Durante la próxima década, los dos Roberts transformaron el mercado, convirtiendo la ropa formal en un estilo de vida con actitud.

Introdujeron detalles únicos, como botones de nácar, pique de diamante suave al tacto y costuras reforzadas. Una gama de estilos y colecciones para toda ocasión, desde la alfombra roja hasta el mar azul. Diseñado para noches menos comunes y para días de aventuras.